Virgen Santísima de Guadalupe,
Madre buena y llena de ternura, hoy me acerco a ti con el corazón abierto y la mente inquieta. La vida me pone decisiones delante, algunas pequeñas y otras muy grandes, y necesito tu intercesión para elegir con claridad, con paz y con sabiduría.
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Madre que guía
Virgen querida, tú que apareciste en el Tepeyac como señal de que Dios siempre acompaña a su pueblo, guíame también a mí. Que no me pierda en la confusión, que no me engañen las apariencias, que no me atrapen los miedos. Haz que mis pasos se dirijan por el camino de la verdad, que mis pensamientos estén iluminados y que mis palabras sean prudentes.
Madre de la sabiduría
Virgen de Guadalupe, intercede para que el Espíritu Santo me llene de sabiduría. No quiero dejarme llevar solo por mis impulsos o por lo que otros dicen. Quiero discernir, quiero elegir lo que me acerque a Dios, lo que me haga crecer, lo que me dé paz.
Enséñame a no apresurarme, a esperar el tiempo de Dios, a actuar con calma y confianza.
Madre que da claridad
Virgen Santa, hay momentos en que no sé qué camino tomar. Todo parece oscuro, todo parece incierto. Por eso pongo mis dudas en tus manos, mis temores en tu corazón, mis decisiones bajo tu manto. Ilumíname con tu luz, guíame con tu ternura, enséñame a ver lo que mis ojos no alcanzan.
Letanía de sabiduría
Virgen de Guadalupe, ilumina mis decisiones.
Virgen de Guadalupe, abre mi mente.
Virgen de Guadalupe, fortalece mi corazón.
Virgen de Guadalupe, guía mis pasos.
Virgen de Guadalupe, enséñame a discernir.
Virgen de Guadalupe, protégeme de los errores.
Virgen de Guadalupe, quédate siempre conmigo.
Madre de la confianza
Virgen del Tepeyac, recuérdame que no debo temer, porque no estoy solo. Que tus palabras resuenen en mí: “¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?” Cuando dude, dame confianza; cuando vacile, dame seguridad; cuando tenga miedo, dame paz.
Virgen Santísima de Guadalupe, hoy pongo mis decisiones en tus manos. Ayúdame a elegir con sabiduría, a vivir con claridad y a caminar con confianza en Dios.
Gracias porque sé que me escuchas, gracias porque sé que me guías, gracias porque contigo nunca me perderé.
Amén.
