Table of Contents
Oración a San Judas Tadeo por mis hijos
Oh glorioso San Judas Tadeo, apóstol valiente y fiel servidor de Cristo, acudo hoy ante ti para poner en tus manos lo más sagrado que tengo: mis hijos. Ellos son mi alegría, mi esperanza, mi razón de luchar cada día. Te los encomiendo con fe sincera y confianza absoluta en tu poderosa intercesión.
Así como en las oraciones por los hijos derramamos el corazón delante de Dios, hoy te entrego a ti el alma de mis pequeños y de mis grandes, sus pasos, sus pensamientos, sus decisiones y sus días.
Protégelos del mal, del peligro y del pecado
San Judas, cúbrelos con tu manto de luz. Aleja de sus vidas todo mal, toda mala influencia, todo accidente, toda enfermedad y toda oscuridad espiritual. Que donde ellos caminen, camine también la paz, la sabiduría y el discernimiento que viene del cielo.
Como cuando oramos por los hijos en rebeldía, hoy clamo por esos momentos en los que se alejan, en los que dudan, en los que no escuchan. Te ruego que en esas etapas difíciles, tú los tomes de la mano.
Dales salud física, mental y espiritual
Que su cuerpo sea fuerte, que su mente esté en equilibrio, que su corazón se mantenga limpio. Que la ansiedad no los consuma, que el mundo no los confunda, que el enemigo no los toque. Que tu intercesión, San Judas, los rodee como escudo invisible.
Y si alguno de ellos está enfermo, que tu poder —como en los casos difíciles que tú resuelves— se manifieste con sanación y consuelo.
Bendice sus estudios, su trabajo y sus decisiones
Guíalos en sus caminos. Que no tomen decisiones apresuradas. Que no sean engañados por promesas vacías. Que sus estudios y trabajos florezcan con fruto abundante. Que encuentren propósito, vocación y gozo en cada paso que den.
Así como pedimos en oraciones por el sustento diario, te ruego que a mis hijos no les falte nunca lo necesario para vivir con dignidad y esperanza.
Dales un corazón lleno de fe y amor
San Judas, que amen a Dios con todo su corazón. Que no se avergüencen de su fe. Que vivan con compasión, respeto y caridad. Que sepan perdonar, agradecer y servir. Que sean faro de luz entre sus amigos, su familia y su comunidad.
Así como te rezamos para dormir en paz, te pido que al llegar la noche, mis hijos puedan descansar tranquilos, sin miedo, sin culpas, con la conciencia limpia y el alma en paz.
Cuando se equivoquen, no los sueltes
Si cometen errores, que encuentren el camino de regreso. Si caen, que tú los levantes. Si dudan, que tú los ilumines. Si sufren, que tú los consueles. Si se alejan de Dios, que tú seas puente de regreso.
Como en las súplicas de los padres agotados, cuando mi fuerza no alcance, cuando no sepa qué decirles, cuando mis consejos no entren en su corazón… entra tú, San Judas. Haz tú lo que yo ya no puedo.
Gracias por acompañar a mis hijos cada día
Gracias, San Judas Tadeo, por ser refugio en la tormenta. Gracias por caminar con ellos aunque no te vean. Gracias por abrazarlos cuando yo no puedo. Gracias por no soltarlos nunca.
Te los entrego, uno a uno. Por nombre y por rostro. Por edad y por historia. Por lo que son y por lo que serán. No me los quites, pero sí acércalos cada día más a Dios.
San Judas Tadeo, ruega por mis hijos. Amén.
Ver más oraciones a San Judas Tadeo














