Amado Ángel de la Fe, guíame con tu fuerza, con tu luz azul resplandeciente.
Te invito a que entres en mi vida a fortalecer mi fe, a despertar mi fuerza y el valor que hay en mí. Condúceme hasta mis metas, sueños y visiones.
La fuerza de la Luz Eterna está en mí, a mí alrededor y soy guiado en todo momento hacia la Luz, desde la Luz y por la Luz.
Pido tu protección, tu compañía y tu sabiduría para descubrir el plan divino de mi vida y seguir la Luz de Dios.
¡Gracias, gracias, gracias!
