Virgen Santísima de Guadalupe, Madre de misericordia y consuelo de los que lloran, hoy me acerco a ti con un corazón humilde para pedirte por las almas de los fieles difuntos. Tú, que en el Tepeyac dijiste a San Juan Diego que eres nuestra Madre, recibe a los que ya partieron de esta vida y acompáñalos hacia la presencia de tu Hijo Jesucristo, luz eterna y fuente de vida sin fin.
Madre querida, intercede por todos los que han dejado este mundo, especialmente por aquellos a quienes amamos y extrañamos. Que gocen de la paz eterna, que sus culpas sean perdonadas y que puedan contemplar el rostro misericordioso de Dios. Tú que permaneciste de pie al pie de la Cruz (cf. Jn 19,25-27), acompaña a quienes hoy lloramos a nuestros seres queridos, y danos esperanza en la promesa de la resurrección.
Con fe, recitamos el Padre Nuestro, el Ave María y el Credo de los Apóstoles, ofreciendo estas plegarias por el descanso de las almas de los difuntos.
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Súplica por los difuntos
Virgen Morena, te suplico que presentes ante tu Hijo Jesús las almas del purgatorio, para que pronto sean purificadas y entren en el gozo eterno. Tú que eres Madre del verdadero Dios, abre para ellas las puertas del cielo y consuélalas con tu ternura. Dale, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua. Que descansen en paz. Amén.
Te pido también, Virgen de Guadalupe, por todos los que en este día parten de este mundo, para que tengan un tránsito sereno, sostenidos por tu mano maternal. Que ninguno de tus hijos muera sin la gracia de la reconciliación y la misericordia divina.
Reflexión bíblica: esperanza en la vida eterna
La Palabra de Dios nos recuerda: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá” (Jn 11,25). Virgen María, enséñanos a confiar en esta promesa y a vivir con esperanza en la vida eterna. Tú que acompañaste a los apóstoles en la espera del Espíritu Santo (cf. Hch 1,14), acompáñanos también a nosotros mientras esperamos el día del reencuentro en el cielo.
Cuando el dolor por la ausencia de un ser querido golpee fuerte, recuérdanos acudir a la oración para enfrentar momentos difíciles, y cuando nuestra fe se debilite, fortalécenos con la oración para fortalecer la fe.
Oración por las familias que lloran a sus difuntos
Virgen de Guadalupe, consuela a las familias que hoy sienten la ausencia de un ser querido. Seca sus lágrimas, fortalece su fe y dales la certeza de que sus difuntos están en manos de Dios. Haz que en medio del dolor, su corazón se mantenga en paz y que encuentren esperanza en tu mirada maternal.
Acompáñanos en las noches de duelo con la oración para dormir en paz, para que incluso en el llanto podamos descansar bajo tu amparo.
Jaculatorias por los fieles difuntos
“Virgen de Guadalupe, lleva al cielo a nuestros difuntos.”
“Madre del consuelo, alivia nuestro dolor.”
“Reina de la paz, concede descanso a las almas.”
“Madre de misericordia, ruega por los que han partido.”
“Virgen Santísima, acompáñanos en la esperanza de la resurrección.”
Oración final
Virgen de Guadalupe, Madre nuestra, pongo en tu regazo las almas de los fieles difuntos. Llévalos a la presencia eterna de tu Hijo Jesús y consuela a los que aún peregrinamos en la tierra. Haz que vivamos con la mirada puesta en el cielo, donde un día nos volveremos a encontrar en la casa del Padre. Amén.
Con esta esperanza me despido de mis seres queridos que ya partieron, rezando por ellos y uniéndome a la oración de agradecimiento por el tiempo compartido, sabiendo que en Cristo la vida nunca termina, solo se transforma.
