Glorioso San Judas Tadeo, apóstol fiel y siervo de Cristo, hoy me acerco a ti con el corazón agradecido por el trabajo que tengo y, al mismo tiempo, con la preocupación de querer conservarlo. Tú que nunca abandonas a quienes confían en tu poderosa intercesión, escucha mi oración y protégeme de todo lo que pueda amenazar mi empleo, mi sustento y el bienestar de mi familia.
San Judas bendito, defensor de las causas difíciles, hoy pongo en tus manos mi vida laboral. Sabes lo mucho que me esfuerzo, las batallas que enfrento cada día y la importancia de este trabajo para sostener a quienes amo. Te pido que lo cuides, que lo fortalezcas y que alejes de mí cualquier peligro que pueda poner en riesgo la estabilidad que tanto necesito.
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Oración por la protección diaria en el trabajo
San Judas Tadeo, acompáñame cada día cuando entro a mi lugar de trabajo. Sé mi escudo contra las injusticias, las envidias y los conflictos que puedan surgir. Ilumina mis palabras para que siempre sean justas y prudentes, y que mis acciones reflejen los valores que aprendí de Cristo. Ayúdame a mantenerme firme en la fe aun en medio de las dificultades.
Querido apóstol, líbrame de los rumores, las decisiones injustas y cualquier situación que pueda afectar mi estabilidad laboral. Que ningún plan en mi contra prospere y que siempre haya paz y armonía en mi entorno de trabajo.
Oración por los compañeros y superiores
San Judas, te pido también por las personas con las que comparto mi espacio laboral: mis compañeros, jefes y clientes. Haz que podamos convivir con respeto, que el ambiente sea sano y que juntos busquemos el bien común. Aleja toda discordia y enséñanos a tratarnos como hermanos, con comprensión y tolerancia.
Intercesor poderoso, dale sabiduría a quienes toman decisiones importantes en mi trabajo. Que sus acciones siempre estén guiadas por la justicia y que reconozcan el valor de mi esfuerzo. Haz que mi dedicación sea vista y apreciada, y que nunca falte en mí la motivación para seguir cumpliendo con mis responsabilidades.
Oración por la fortaleza y el crecimiento
San Judas Tadeo, protégeme no solo del peligro de perder mi empleo, sino también de caer en la rutina o el desánimo. Dame fuerzas para seguir aprendiendo, creciendo y mejorando en mi labor. Haz que cada día me sienta útil, motivado y agradecido por el trabajo que tengo.
Apóstol de los imposibles, abre caminos de progreso en mi vida laboral. Si llega el momento de enfrentar cambios, acompáñame para que sean siempre para mi bien y el de mi familia. Haz que este trabajo me acerque más a Dios y que nunca me aleje de mis principios ni de mi fe.
Reflexión: El trabajo como un regalo de Dios
San Judas, ayúdame a recordar que el trabajo es más que un medio de sustento: es una oportunidad para servir, para crecer y para cumplir con la misión que Dios tiene para mí. Enséñame a ofrecer cada jornada como una oración viva, agradeciendo por el don de poder trabajar y por todo lo que recibo a través de mi esfuerzo.
Glorioso apóstol, acompaña mis pasos para que no me desvíe por la codicia, el egoísmo o el cansancio. Enséñame a trabajar con amor, paciencia y dedicación, recordando que todo lo que hago, lo hago también para gloria de Dios.
Oración final
San Judas Tadeo, hoy dejo mi trabajo bajo tu poderosa intercesión. Protégelo de cualquier amenaza, cuídame de todo mal y haz que cada día pueda vivir con la tranquilidad de que mi sustento está en las manos de Dios. Gracias por escucharme, por acompañarme y por ser siempre mi amigo fiel en los momentos de necesidad.
Amén.
(Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria)













