Esta hermosa y poderosa oración a la Virgen de Guadalupe es para pedir por la sanación de nuestros enfermos. Oramos para que la virgencita del Tepeyac para que lo sane de cuerpo y del alma. Cuando recemos esta oración sanadora a la Virgen de Guadalupe, vamos a hacerlo con mucha fuerza y sobre todo mucha fe, para que la Virgen de Guadalupe ponga fin a las dolencias y sufrimientos por las que estamos atravesando nosotros o la persona que se encuentra e enfermedad.
Oración a la Virgen de Guadalupe para los enfermos
Virgencita misericordiosa de Guadalupe,
hoy me encomiendo a ti,
y te suplico que con tu infinito poder,
me sanes y me alejes de todo mal.
Te pido, madrecita,
que me des fuerzas para sobrellevar
cualquier prueba que pongas,
que me mantenga de pie,
y que nunca pierda la fe y la esperanza.
Virgen de Guadalupe,
te ruego que me protejas
con tu manto sanador,
y me guíes con tu luz,
en este camino tan difícil.
Que tu poderosa llama
nunca se apague en mi corazón,
activa mi mente y todo mi cuerpo,
y que vuelva a tener la salud
que antes gozaba,
porque sólo tú puedes hacerlo.
Hoy te pido a ti, Virgen de Guadalupe,
que todo lo puedes,
que le des sanación a mi cuerpo,
y así saldré vencedor.
Amén
Te presentamos también una oración para la salud a la Virgen de Guadalupe
Mi amada Virgencita Milagrosa
benignísima Madre de misericordia,
hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo,
Esposa del Espíritu Santo,
alabada y glorificada seas por siempre,
a Ti encomendamos nuestra fe para que la aumentes
y nuestra esperanza para que la alientes.
Oh Señora, a tu Corazón Inmaculado apelo.
Tú que siempre y a todas horas estas dispuesta a escuchar
las oraciones y peticiones de tus hijos
ante Ti con filial cariño acudo en mi aflicción,
quiero suplicarte por la salud de …….,
Tú que eres Mediadora de todas las gracias,
recibe con agrado mis ruegos
yo grandemente en Ti confío, y con certeza en Ti espero.
Madre buena, Madre complaciente,
Tú que eres en las cosas dudosas nuestra luz,
en las tristezas nuestro consuelo,
en las angustias nos concedes alivio y remedio,
y en los peligros y males acudes en nuestro socorro,
a Ti que eres paraíso de las gracias y espirituales dones,
te pido por favor que restaures la salud a…….
María, Madre Milagrosa,
auxilia a ……. en estas difíciles horas,
cúbrele-a con tu manto, guárdale-a en tu regazo,
atiende con solicitud maternal sus angustias y dolencias
y concédele-a la salud perfecta,
regálale-a el don de la sanación,
pues para ti Virgen prodigiosa no existen imposibles.
Guía y bendice las manos de quien le-la atienden,
aleja de ……. todo sufrimiento y deterioro,
llénale-a de ánimo y esperanza,
mira con benevolencia sus padecimientos
y media por el-ella ante tu amado Hijo,
haz que extienda su Brazo Poderoso
y le sane su cuerpo enfermo,
y Tú, bendice, protege, defiende y cuida de …….
A tu piedad recurro Reina y Señora Mía,
suplicándote humildemente lleves urgente a los Cielos
la gracia que al presente te pido:
(decir lo que se quiere conseguir).
Dulce Madre, no te alejes,
tu vista de ……. no apartes,
dale fortaleza y nunca solo le-la dejes,
y ya que nos proteges tanto como verdadera Madre
haz que a todos nos bendiga el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo.
Amén.