Oración a la Virgen de Guadalupe para agradecer el día con fe y amor


Gracias, Madre del cielo, por este día que me diste

Virgen de Guadalupe, Madre querida, al cerrar este día me postro ante tu imagen con el alma llena de gratitud. Gracias por cada instante vivido, por cada respiración, por cada bendición recibida. Tú, que apareciste en el Tepeyac para darnos consuelo, hoy recibes mi corazón agradecido.

Así como nos enseñas en la Magnífica, quiero alabarte desde lo más profundo de mi ser, porque grandes cosas has hecho hoy en mí y a mi alrededor.

Por lo bueno, por lo difícil, por lo vivido

Gracias, madre, por lo que salió bien y también por lo que no entendí. Porque incluso en los tropiezos, tú estuviste ahí. Gracias por el trabajo, por el pan, por las personas que pusiste en mi camino. Por los que me sonrieron y también por los que me enseñaron paciencia.

Como cuando oramos al comenzar el día, hoy cierro esta jornada devolviéndote cada paso que di, cada decisión, cada pensamiento.

Te entrego lo vivido, lo que fui hoy

Te entrego mis logros, mis errores, mis palabras dichas y las que guardé. Si herí a alguien, ayúdame a reparar. Si sembré amor, que crezca. Si fallé, enséñame. Si acerté, que no me llene de orgullo, sino de humildad y gratitud.

Y si hubo cansancio, que el descanso venga con tu paz. Como en la oración antes de compartir la mesa, también hoy te digo gracias por lo que alimentó mi cuerpo y mi alma.

Bajo tu manto, cierro esta jornada

Virgencita de Guadalupe, cúbreme con tu manto esta noche. Permite que mi corazón duerma sereno, sabiendo que tú velas por mí. Que cada pensamiento que me robe la paz se rinda ante tu presencia. Que cada duda encuentre en ti consuelo.

Así como nos abandonamos en Dios en la Divina Providencia, hoy me abandono en tu ternura. Sé mi madre, mi guía, mi resguardo mientras cierro los ojos.

Gracias por no soltar mi mano

Gracias por acompañarme, incluso cuando no supe verte. Gracias por recordarme a Jesús en cada situación. Gracias por tu paciencia, tu consuelo y tu amor incondicional. Gracias porque eres esperanza para mi pueblo, luz para los humildes y fuerza para los cansados.

Hasta mañana, Virgen del Tepeyac

Me despido de este día con tu nombre en los labios: Virgen de Guadalupe. Gracias por tu fidelidad, por tus milagros cotidianos, por tu amor constante. Que esta oración sea el eco de un corazón que confía en ti y se acuesta en paz.

Virgen Santísima de Guadalupe, gracias por este día.
Guíame en la noche, protégeme en el descanso.
Haz que mañana amanezca con fe renovada.

Amén.

Dale Like a nuestra página de Facebook para más oraciones