Oración a la Virgen de la Salud por los enfermos

Oración a la Virgen de la Salud por los enfermos

Virgen de la Salud, tú que fuiste testigo del dolor más grande en la cruz, hoy te pedimos que vuelvas tus ojos misericordiosos hacia todos los enfermos. No importa si están en casa, en hospitales, en soledad o acompañados: cada uno necesita de tu consuelo, de tu presencia amorosa y de tu intercesión poderosa.

Así como elevamos súplicas en la oración por los enfermos, hoy te pedimos por todos los que sufren en cuerpo, mente o espíritu.

Por quienes no pueden dormir del dolor

Por quienes están postrados sin alivio. Por los que sufren en silencio y no tienen quien los visite. Por quienes temen que no hay salida. Por aquellos a quienes el diagnóstico les ha robado la paz. Por los que reciben tratamientos dolorosos. Por los niños, por los ancianos, por los adultos que no quieren rendirse pero ya no pueden más.

Como en la oración de la noche, pedimos descanso, consuelo y esperanza en medio de la oscuridad del dolor.

Virgen de la Salud, sé medicina para el alma

Madre Santa, aunque el cuerpo falle, que nunca falte la fe. Aunque el diagnóstico sea difícil, que nunca falte la confianza. Aunque el camino sea largo, que nunca falte tu presencia. En ti confiamos, porque tú sabes sanar desde lo profundo. Tú no solo tocas la enfermedad, también tocas el alma, la mente y el corazón.

Como en la oración de sanación a la Virgen de Guadalupe, hoy te pedimos que pongas tus manos maternales sobre cada cama, sobre cada cuerpo doliente, y sobre cada alma agotada.

Bendice a quienes cuidan a los enfermos

También te pedimos por los médicos, las enfermeras, los familiares, los cuidadores. Por los que no duermen cuidando a un ser querido. Por los que gastan hasta lo que no tienen por comprar medicinas. Por los que se quedan sin fuerzas, pero siguen firmes por amor. Dales sabiduría, paciencia, fe y fortaleza.

Como lo hacemos al buscar auxilio en la oración del desespero, hoy nos rendimos ante ti, confiando en tu bondad cuando ya no sabemos a quién acudir.

Cuando todo parece perdido, tú eres esperanza

Virgen de la Salud, hay enfermedades que no tienen cura médica, pero tú sabes que el milagro no siempre está en el cuerpo, sino en el corazón. Si no puedes sanarlos físicamente, concédeles paz, fe, alegría en medio del sufrimiento. Que no se sientan abandonados, que no pierdan el sentido de su vida, que descubran a Dios incluso en el dolor.

Como en la oración por el hogar, consagramos a cada enfermo, sus casas, sus camas, sus tratamientos y sus lágrimas a tu protección maternal.

Gracias, Virgen, por no soltarnos en la enfermedad

Gracias por caminar con nosotros cuando todo duele. Gracias por sostenernos en las noches más oscuras. Gracias por consolar a quienes sienten que ya no pueden más. Gracias por ser medicina del alma, refugio en la tempestad, y madre en medio de la batalla.

Amén

Virgen de la Salud, intercede por todos los enfermos del mundo. Que no falte la fe, que no falte el amor, que no falte el consuelo. Sana lo que solo tú puedes tocar. Y si no hay sanación física, que al menos llegue la paz y el descanso del alma. En ti confiamos, Madre querida. Amén.

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