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Oración de la noche a Santa Rita
Santa Rita de Casia, mujer de fe inquebrantable, al llegar la noche me acerco a ti con el corazón en la mano. Después de este día largo, cansado, lleno de pensamientos y emociones, solo quiero descansar, pero antes necesito entregarte lo que mi alma no puede guardar más.
Como buscamos consuelo en la oración del desespero, también confío en tu poder de intercesión para que esta noche mi alma no se quede sola con su dolor.
Gracias por sostenerme un día más
Te doy gracias, Santa Rita, por ayudarme a resistir lo que parecía insoportable. Por mantenerme en pie aun cuando todo dentro de mí se caía. Por esas pequeñas señales que me devolvieron la esperanza. Este día no fue fácil, pero tú estuviste presente. Y por eso, al final de esta jornada, elevo esta oración para reconocerte y bendecirte.
Como en la oración de la tarde, también esta noche rindo todo lo que viví, con gratitud y humildad.
Consuélame en la soledad y en el silencio
Santa Rita, esta noche el silencio duele. Hay pensamientos que me lastiman, recuerdos que me aprietan el pecho, palabras que no dije, errores que cometí. Te pido que entres a mi habitación como consuelo, como medicina espiritual. Que tu presencia disipe mis ansiedades, que tu ternura calme mi espíritu y me dé serenidad.
Como pedimos sanación en la oración por los enfermos, yo también te pido alivio para mi alma, para mi tristeza, para mi angustia.
Ilumina mis pensamientos y bendice mi descanso
Santa de las rosas y las espinas, te entrego mis dudas, mis miedos y mis pensamientos más profundos. Que esta noche no sea prisión para mis tormentos, sino bálsamo para el alma. Que mi descanso sea profundo, restaurador, sin sobresaltos. Que mis sueños sean luz, no oscuridad. Que mi corazón duerma en paz, no en batalla.
Y si me despierto en la madrugada, recuérdame que no estoy solo. Que tú también velas a los que claman con fe, como lo haces por quienes rezan la oración por el hogar cuando buscan paz familiar.
Protege a los míos mientras yo duermo
Santa Rita, te encomiendo esta noche a mi familia. A los que viven conmigo, a los que están lejos, a los que me preocupan. Bendícelos, protégelos, dales también descanso. Que el amor reine en nuestras casas, que el perdón limpie nuestras heridas, que el respeto y la comprensión nos unan como hermanos.
Así como rogamos en la oración a la Virgen de Guadalupe por la salud del alma y el cuerpo, hoy también pedimos tu intercesión por nuestras relaciones, nuestras emociones y nuestras cargas.
Que esta noche sea una antesala del milagro
Patrona de los imposibles, si esta noche me arrodillo ante ti, es porque creo. Creo que mañana puede haber un cambio. Que el milagro puede estar en camino. Que mi situación, por más difícil que parezca, puede tener solución. Pero mientras llega, quiero dormir con fe, no con miedo. Con confianza, no con ansiedad.
Que esta oración nocturna sea mi refugio. Que mis suspiros sean escuchados en el cielo. Que tú lleves mi petición hasta Dios, así como llevas las causas más imposibles con valentía y dulzura.
Amén
Gracias por esta noche, Santa Rita. Gracias por tu ejemplo, tu fuerza, tu ternura. Que tu rosa espiritual florezca en mi alma mientras duermo. Y si no veo el milagro aún, seguiré creyendo. Porque la noche también es tiempo de fe. Amén.

















