Table of Contents
San Charbel, intercesor silencioso del descanso
Oh amado San Charbel, santo humilde y milagroso, esta noche me acerco a ti con el corazón abierto y el alma necesitada de descanso. El día ha concluido, y mi espíritu busca refugio en tu calma, en tu silencio sagrado, en tu intercesión poderosa.
Cuando el alma pide descanso
Las preocupaciones del día me persiguen aún en la quietud de la noche. Las cargas no se han ido, pero deseo entregártelas, Santo de Dios. Tú que viviste en oración y penitencia, enséñame a soltar, a confiar, a dejar que el cielo me abrace mientras duermo.
Así como pedimos auxilio en momentos difíciles, hoy imploramos por una noche serena, por un descanso profundo y sin sobresaltos.
Silencio sagrado, paz que viene de lo alto
San Charbel, tú que pasabas noches enteras en adoración, intercede por mí ante Dios para que esta noche sea diferente. Que el sueño me envuelva como un manto cálido, que mis pensamientos se callen, que la fe me sostenga incluso dormido.
Como buscamos protección en las oraciones de resguardo espiritual, hoy te pedimos que veles por nosotros con tu mirada celestial.
Una plegaria que se convierte en descanso
San Charbel, guía mi descanso como guía el viento al incienso en el altar. Llévame a ese lugar interior donde mora la paz de Dios, donde la angustia no tiene poder y donde la noche se convierte en bendición.
Como agradecemos por lo recibido en las oraciones de la noche, también hoy agradecemos por este día vivido y por tu intercesión constante.
Ruega por quienes no pueden dormir
San Charbel, ruega por los que esta noche lloran en silencio. Por quienes luchan contra enfermedades, contra pensamientos oscuros, contra la soledad. Ruega por los que tienen miedo, por los que no encuentran paz, por quienes no pueden cerrar los ojos.
Tal como pedimos en las oraciones por los hijos, hoy colocamos también a nuestros seres queridos bajo tu resguardo.
Una noche entregada a Dios
San Charbel, esta noche no quiero resistirme al descanso. Quiero confiar, quiero dormir con el alma rendida, sabiendo que Dios vela, que tú intercedes, y que la oscuridad es solo el paso previo al nuevo amanecer.
Así como creemos en la Divina Providencia, también esta noche confiamos en que el cielo trabaja mientras nosotros descansamos.
Amén, en descanso y gratitud
Gracias, San Charbel, por ser faro en la noche. Por sostenernos cuando el alma se cansa. Por enseñarnos que el silencio también es oración, y que el sueño también puede ser sagrado.
Amén.
















