Virgen Santísima de Guadalupe, Madre compasiva que te mostraste en el Tepeyac para dar consuelo y esperanza a tu pueblo,
hoy me acerco a ti con el corazón conmovido y lleno de preocupación.
Tengo un ser querido en el hospital, luchando contra la enfermedad y la fragilidad de la vida.
Madre, pongo bajo tu manto a esta persona que amo, pidiéndote que la sostengas con tu ternura y la fortalezcas con tu intercesión.
La Escritura nos recuerda: “Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas” (cf. Sal 147,3).
Que esa promesa se cumpla en su vida por tu poderosa ayuda.
Virgen Morena, tú que siempre escuchas las súplicas de tus hijos,
quédate junto a la cama de mi ser querido en el hospital.
Pide a tu Hijo Jesucristo que le devuelva la salud, que calme su dolor y que le conceda paz en medio de la incertidumbre.
Así como muchos se acogen con fe a la
oración a la Divina Misericordia para los enfermos,
yo elevo hoy mi súplica a ti, confiando en que tu manto es refugio seguro.
Señor Jesús, médico divino, mira con bondad a mi ser querido hospitalizado.
Concede sabiduría a los médicos, paciencia a las enfermeras y fortaleza a quienes lo cuidan.
Virgen de Guadalupe, acompaña este proceso con tu maternal cercanía.
Dame a mí serenidad, como la tienen quienes rezan con fe la
oración para momentos difíciles,
y haz que no pierda la confianza en la Providencia divina.
Madre de la esperanza, también te pido por todas las familias que velan a sus enfermos en los hospitales.
Dales consuelo, paz y paciencia en medio de la prueba.
Que puedan encontrar en ti la fortaleza que viene del cielo,
como la encuentran quienes rezan la oración por la familia,
pues cuando la fe se vive en comunidad, el sufrimiento se lleva con más amor.
Virgen de Guadalupe, Madre de los afligidos, no permitas que el miedo se apodere de nuestro corazón.
Haz que la fe sea más fuerte que la enfermedad, y que la esperanza ilumine aun los momentos más oscuros.
Así como los fieles confían en la oración de San Benito para vencer los males espirituales,
también yo confío en que tu intercesión vencerá la tristeza y nos dará fuerza para esperar el milagro de Dios.
Amada Virgen, permanece en la habitación de hospital como Madre vigilante.
Que tu manto cubra la cama de mi ser querido y que tu ternura lo envuelva como un abrazo sanador.
En ti confío, Madre, porque sé que no abandonas a quienes te invocan.
Como quienes buscan amparo en la oracion para proteger a los seres queridos,
también yo me refugio en tu cuidado maternal, confiando en que no nos soltarás de tu mano.
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Cómo rezar esta oración por un enfermo en el hospital
Reza esta oración frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe,
encendiendo una vela como signo de esperanza y vida.
Pronuncia en voz alta el nombre del ser querido hospitalizado y encomiéndalo al Señor por medio de María.
Acompaña la oración con el Padre Nuestro y el
Ave María,
y si es posible ofrece una pequeña obra de caridad en su nombre, como visita a otro enfermo, donación o gesto de servicio.
La Virgen de Guadalupe, consuelo en la enfermedad
La historia nos muestra cómo millones de fieles se han puesto bajo el manto de la Virgen Morena en los momentos más difíciles de su vida.
Ella ha sido refugio para los enfermos, esperanza para las familias y luz en medio de la oscuridad.
Así como tantos meditan con devoción el rosario completo
para encontrar paz, también nosotros podemos rezar con confianza a la Virgen de Guadalupe, sabiendo que su intercesión llega al corazón de Jesús.
Oración final
Virgen de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien se vive,
te entrego la salud y la vida de mi ser querido en el hospital.
Acompáñalo en cada instante de su recuperación y fortalece nuestra fe para no rendirnos en la prueba.
Que, por tu intercesión, reciba el alivio que necesita y que en nuestro hogar podamos proclamar con alegría:
“El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” (cf. Sal 126,3).
Gracias, Madre, porque sé que nunca abandonas a tus hijos. Amén.

















