Oración matutina a San Benito

Oración de la mañana a San Benito

Oh glorioso San Benito, padre del monacato occidental y escudo contra todo mal, al comenzar este nuevo día me pongo en tu presencia. Me inclino ante ti para agradecer el regalo de la vida y suplicarte que acompañes mis pasos desde que la luz del sol asoma hasta el último aliento de esta jornada.

Así como encomendamos la noche al cielo en la oración para terminar el día, yo te ofrezco este amanecer, para que lo bendigas, lo protejas y lo llenes de propósito.

Gracias por despertar con vida y fe

Gracias por el descanso, por el aire fresco, por los ojos abiertos. Gracias por la familia que me acompaña, por el techo que me cubre, por el pan que aún no he comido pero que ya espero con gratitud. Como lo hacemos en la oración de sanación a la Virgen de Guadalupe, hoy reconozco cada bendición como un milagro silencioso.

Protégeme con tu cruz y tu ejemplo

San Benito, tú que venciste las tentaciones con oración y silencio, enséñame a comenzar el día con humildad y firmeza. Que tu cruz sagrada ahuyente toda maldad, y que tu intercesión me libre de peligros visibles e invisibles. Que ninguna envidia, juicio o ataque del enemigo perturbe mi paz ni robe mi energía.

Así como pedimos en la oración a San Judas Tadeo la protección del hogar, hoy te suplico que tu bendición cubra también mi casa, mi trabajo, mis seres queridos y mis pensamientos.

Dirige mis acciones desde la primera hora

Que todo lo que hoy haga tenga sentido. Que mis decisiones estén guiadas por la sabiduría del Espíritu Santo, y que mis palabras no hieran sino sanen. Ayúdame a vivir este día sin temor, como lo haría quien reza con el corazón en la oración universal del Papa Clemente XI: en abandono confiado y entrega verdadera.

Concede paz y fortaleza para resistir el mal

San Benito, patrón contra las fuerzas del mal, aleja hoy de mí toda maldición, pensamiento destructivo, accidente o manipulación. Que tu presencia sea muro entre mi alma y las sombras. Como pedimos en la oración del desespero, te ruego que no me sueltes cuando me falten las fuerzas, y que me devuelvas la esperanza cuando me visite el cansancio.

Acompáñame en mi jornada con amor y firmeza

No permitas que la prisa me desconecte de Dios. Ayúdame a vivir con propósito, con atención, con ternura hacia quienes me rodean. Que mis labores tengan sentido, y si hay pruebas o contratiempos, que yo los enfrente con fe.

Si en el camino encuentro tristeza o enfermedad, confío en que tú intercedes como lo hace también San Martín Caballero en la oración por la salud. Que mi alma no pierda la calma, y que mi cuerpo encuentre la fuerza que solo el cielo concede.

Gracias por tu intercesión constante

Gracias por escucharme, San Benito. Gracias por acompañar mis días, por inspirar mi mente y proteger mi espíritu. Gracias por enseñarme que no hay mal más fuerte que el bien, ni oscuridad que resista la luz que viene de Dios.

Como lo hacemos al orar con fe en la oración para el trabajo, te confío mis metas, mis tareas y mis luchas. Que hoy todo lo que haga sea reflejo de mi fe.

Amén

Amén, San Benito. Amén a esta mañana bendita. Amén a tu cruz poderosa. Amén al cielo que me espera. Amén a la jornada que comienza y a tu presencia que nunca falla.

Si deseas más oraciones para distintos momentos del día, puedes también elevar la oración de Santo Tomás de Aquino o la oración para cerrar la jornada en paz.

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