Virgen Santísima de la Altagracia, Madre protectora y refugio de los que sufren, hoy me acerco a Ti con humildad y fe, pidiendo tu poderosa intercesión por la salud de los enfermos. Tú que siempre escuchas el clamor de tus hijos, recibe esta súplica que nace de un corazón confiado en tu amor maternal.
La Palabra de Dios proclama: “Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas” (Salmo 147,3). Virgen querida, confío en tu poderosa intercesión para que quienes están enfermos encuentren alivio, fortaleza y esperanza.
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Oración por la propia salud
Madre de la Altagracia, pongo ante Ti mis enfermedades, mis dolores y mis debilidades. Intercede por mí ante tu Hijo Jesús, el médico divino, para que derrame sobre mí la gracia de la sanación.
Muchos devotos encuentran fortaleza en la oración a la Virgen de Guadalupe para la salud. Yo también confío en tu amor maternal, que nunca se aparta de los que sufren.
El Señor promete: “Yo soy el Señor, tu sanador” (Éxodo 15,26). Madre querida, que esta palabra se cumpla en mi vida y en mi cuerpo.
Oración por un familiar enfermo
Virgen milagrosa, pongo bajo tu manto a mi ser querido que hoy atraviesa una enfermedad. Tú sabes cuánto duele ver a alguien que amamos sufriendo, y conoces la angustia que esto causa en el corazón de la familia.
Muchos cristianos confían en la oración a San Judas Tadeo para los enfermos, y yo también me aferro a esa fe, pidiéndote que acompañes y sanes a quien tanto amo.
Jesús nos recuerda: “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá” (Mateo 7,7). Madre querida, escucha esta súplica que nace del amor y la esperanza.
Oración por los enfermos del mundo
Virgen de la Altagracia, extiende tu manto sobre todos los enfermos del mundo. Por los que no tienen acceso a la medicina, por los que sufren en silencio en sus hogares, por los que están solos en hospitales y por quienes han perdido la esperanza.
Muchos devotos se fortalecen rezando la oración para serenidad en momentos de ansiedad. Yo también me uno a esa fe, pidiéndote que regales paz a cada corazón que sufre.
El Evangelio proclama: “Jesús recorría toda la región, enseñando en las sinagogas, anunciando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y dolencia” (Mateo 4,23). Madre querida, acompaña a todos los enfermos con tu ternura.
Oración por los médicos y cuidadores
Virgen de la Altagracia, bendice a los médicos, enfermeras y cuidadores que con tanto amor atienden a los enfermos. Dale paciencia, fortaleza y sabiduría a cada uno de ellos, para que sean instrumentos de la misericordia de Dios.
El Señor nos enseña: “El que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor” (Mateo 20,26). Madre querida, que cada cuidador encuentre en Ti inspiración y consuelo.
Reflexión bíblica sobre la sanación
La Escritura nos recuerda cómo Jesús sanó a la hija de Jairo, devolviendo la vida y la esperanza a su familia (Marcos 5,21-43). También curó al ciego Bartimeo que gritaba: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí” (Marcos 10,47).
Virgen de la Altagracia, enséñanos a tener esa fe sencilla y perseverante que confía en que todo es posible para Dios.
Cómo rezar esta oración por la salud
Querido devoto, si deseas pedir la intercesión de la Virgen de la Altagracia por la salud, busca un lugar tranquilo, coloca una vela blanca frente a su imagen y pronuncia esta oración con fe. Nombra en voz alta o en tu corazón a la persona por quien pides.
Acompaña tu súplica con el Padre Nuestro, el Ave María y el Santo Rosario. Estas oraciones unirán tu súplica al corazón de la Iglesia.
Oración de agradecimiento por la salud
Virgen milagrosa de la Altagracia, gracias por cada momento de alivio, por cada recuperación y por cada día en que la salud nos permite trabajar y sonreír. Gracias porque siempre acompañas a los enfermos y nunca los dejas solos en su dolor.
El salmista proclama: “Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todas tus culpas y sana todas tus dolencias” (Salmo 103,2-3). Madre querida, ayúdame a vivir siempre con un corazón agradecido.
Palabras finales en oración
Virgen Santísima de la Altagracia, Madre de los enfermos y refugio de los que sufren, pongo en tus manos a quienes necesitan salud. Cúbrelos con tu manto, fortalécelos en la prueba y llévalos siempre a la esperanza en Cristo Jesús.
Jesús nos dice: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10,10). Bajo esa promesa descanso en tu intercesión, confiando en tu amor maternal. Amén.
